Antropología del desierto. Desierto, adaptación y formas de vida
El amplio espacio geográfico del Norte de México es delimitado por diferentes áreas culturales que desde el pasado han fluctuado en la construcción de una identidad propia del norte a nivel regional, se han enfrentado en buen número de casos con la vida fronteriza y con principios territoriales en lucha constante para mantener lo mexicano en relación con nuestro vecino los Estados Unidos de América. La acción desarrollada para mantener la unidad con el resto del país se manifiesta en la construcción de una identidad nacional que sirve de soporte ideológico para mantener la hegemonía al interior del propio país. En este contexto, el desierto es visto desde el centro como una especie de frontera natural, donde el vacío, la nada, se hacen presentes para detener cualquier intromisión, a ambos lados, la presencia de este territorio inhóspito se convierte en el móvil de la detención. Sin embargo, más allá de esta percepción este vasto espacio se ha convertido en un área cultural de gran importancia a ambos lados de la frontera, para establecer un acercamiento a las diferentes modernidades existentes que revierten la idea del desierto al interior de los diferentes centros urbanos, sea Ciudad Juárez, El Paso, Tijuana o San Isidro, por sólo citar unos. Quienes habitan estos lugares no piensan, siente o aceptan en la mayoría de los casos que viven y forman parte de un ecosistema desértico.