La frontera de las identidades
Hay muchos conceptos que se usan de forma cotidiana y se manejan de una manera poco precisa y hasta podríamos decir errónea, la identidad es uno de ellos.
Cuándo la gente dice que tenemos una crisis de identidad, se refiere aque al parecer hay algún problema sobre el tema, y su seriedad depende de la percepción de la persona que hace la aseveración o bien, de las expectativasque tenga. El hecho que no sepa muy bien en qué consiste tal crisis, al parecer no le quita relevancia al tema, finalmente alguien concluyó que la identidad puede determinarse, conformarse, configurarse, manipularse; posiblemente, el pensar que falla alguno de éstos elementos, les da argumentos para concluir que efectivamente hay tal crisis, lo que puede llevarlos a eventualmente tratar decorregir “la falla”.
Las identidades (así en plural) son dinámicas, tanto como lo es la economía y la vida social que motiva interrelaciones que impactan de muchas y diversas formas a las culturas; tienen intersecciones y articulaciones (Vila en este libro), deben manejarse como elementos vivos que van cambiando de acuerdo a momentos, circunstancias, espacios y por supuesto a la historia de las personas y los colectivos. Las identidades responden a la circunstancia aunque inciden de una forma importantea la circunstancia, esta relación dialéctica enriquece a las identidades impactando a la cultura, aunque hay tropos identitarios que pueden tener un peso superior a otros, lo que no anula a ninguno de ellos.
Este libro es resultado del simposio La frontera de las identidades, explorando los cruces y límites de las identidades, realizado por El Colegio de Chihuahua y la Secretaría de Educación, Cultura y Deporte, el 25 de febrero en Ciudad Juárez.
Una cosa queda claro del planteamiento de los ponentes en el simposio sobre La frontera de las identidades: la cultura es dinámica y cambia constantemente, y con la identidad sucede algo similar, de ahí que hay que vera ambas como procesos.